Jerusalén, sobre tus muros he puesto centinelas que nunca callarán, ni de día ni de noche. Ustedes, los que invocan al Señor, no se den descanso; ni tampoco lo dejen descansar, hasta que establezca a Jerusalén y la convierta en la alabanza de la tierra
Isaías 62:6-7

La intercesión es orar por alguien aparte de ti mismo. Ese “alguien” puede ser un familiar cercano y querido tuyo o algún amigo, discípulo o líder, cuyo bienestar físico, emocional o espiritual te preocupa o te han pedido que intercedas por ello.
 El “alguien” podría ser también un individuo que ni siquiera conoces personalmente.
La intercesión es muy poderosa y cuando los hijos de Dios dejan a un lado sus peticiones y se encargan de pedir por otro Dios se agrada y esto nos hace acercarnos más a Él y ser transformadas mediante el poder de la intercesión, ya que la intercesión es la oración que incluye la ayuda y dirección del Espíritu Santo, es más el Apóstol Pablo nos dice que el Espíritu Santo está dispuesto a ayudarnos cuando no sabemos exactamente cómo o por qué cosa orar.
El Espíritu Santo no sólo dirigirá tus oraciones, sino que también las “impulsará”. Habrá ocasiones en las que Dios traerá a ciertas personas o situaciones a tu mente y es importante que seas obediente e intercedas por ellas.
 ¡Recuerda que es un privilegio saber que nuestro clamor por otros es escuchado en el cielo!
La oración constante creará en ti una disciplina física y espiritual, así que hoy pídele al Señor que te guíe a ponerte en la brecha por otros, incluye en tu tiempo íntimo con el Señor un momento de intercesión y ¡no dejes de interceder hasta ver la victoria!

REFLEXION DEL DIA
2 Crónicas 7:14-15

¿Porque personas debo interceder hoy?
Haz una lista de ellas y sus peticiones, recuerda que aunque la respuesta algunas veces no será inmediata debes ser perseverante creyendo que vas a ver la victoria.