"El Espíritu y tus deseos son enemigos". Gal 5:17

 
La Biblia dice: "Si eres guiado por El Espíritu, no obedecerás tus deseos egoístas. El Espíritu y tus deseos son enemigos... siempre luchando entre sí y evitando que hagas lo que crees que debes hacer" (vv. 16-17). ¿Te resulta familiar? 

Aquí hay cuatro claves para ganar la batalla diaria entre su vieja y nueva naturaleza. 
(1) Sea honesto. Reconozca que su carne siempre buscará satisfacción en las cosas equivocadas, y que nunca se toma un día de descanso. 
(2) Sé humilde. Reconoce que eres impotente para ganar la batalla sin la ayuda de Dios. Al encomendarte a Dios, recurres a Su fuerza en esos primeros momentos cruciales de cada prueba. Y tu capacidad para hacerlo crecerá a medida que practiques esta disciplina espiritual. Cuanto más te acerques a Dios, más fuerte serás cuando te enfrentes a la tentación y a los problemas. 
(3) Sé disciplinado. Esto es un asunto personal; nadie más puede hacerlo por ti. Pablo escribe: "No deben dar al pecado un voto en la forma en que conducen sus vidas" (Ro 6:12). Si alguien más tiene que contenerte, ¡no funciona! 
(4) Estar alerta. Como soldado, David debería haber sabido más, pero Satanás lo tomó desprevenido con sus defensas bajas. Como resultado, terminó cometiendo adulterio con Betsabé, y luego hizo que mataran a su marido en un intento de encubrirlo. 

Tal vez pienses que no te puede pasar a ti. Pablo, el más grande de los apóstoles, escribió: "Golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo para que después de haber predicado a otros, yo mismo no sea descalificado para el premio" (1Cor 9:27).

¡En acción!
De ahora en adelante buscaré estar mas cerca de Dios, dependiendo de su amor y su poder para vencer mis propios deseos.

Otras citas
Salmos 38:9
Romanos 13:14
Galatas 5:24
Efesios 4:22
Colosenses 3:5