«Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos».
ISAÍAS 55.9
Prepárese, pues a veces le parecerá que las instrucciones del Señor no tienen sentido. En realidad, este es un principio que debe abrazar si quiere conocer al Padre: Dios no le exige que entienda su voluntad, sino solo que la obedezca, aunque le parezca irrazonable.
Piénselo. ¿Por qué el Señor le iba a pedir a Abraham que dejara su casa sin
decirle a dónde iba (Génesis 12.1–2)? ¿O por qué Dios iba a prometerle a
Abraham un hijo a los setenta y cinco años, y después esperar veinticinco años
más para cumplir su palabra? Humanamente, esto no tiene sentido.
Sin embargo, ese es el punto. No se supone que usted entienda al Padre. Lo
que Él desea es que lo honre como Dios, como el Soberano que trasciende toda
limitación terrenal. Porque cuando lo hace, Él obra lo milagroso por usted y su fe se fortalece.
La razón siempre interfiere con la fe. Mientras usted busque que todo tenga
sentido, no estará dependiendo por completo del Dios Omnipotente. Amigo,
abandone sus nociones de esta tierra y permítale a Dios que le muestre quién es
Él en realidad.
Señor, acepto que tu sabiduría es superior a la mía. Ayúdame a honrarte con mi vida. Amén.
En su presencia… acepte que Él es la
realidad suprema.
Hoy decidí, alimentar mi alma y saciar mi sed del amor de Dios, mi propósito es una lucha constante contra aquello que ponga en duda su amor hacia mi, mi única cruz es demostrar y dar testimonio de loque el hizo en mi vida. Reconozco a Jesús como mi único salvador, y es más su voluntad y no la mia Amén
ResponderEliminarAmén que hermosoo bendiciones así es amen
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