No tengan miedo ni se acobarden… porque la batalla no es de ustedes sino mía.
2 CRÓNICAS 20.15
Si la vida a veces parece ser una batalla que te hace sentir
defraudado y temeroso, te alegrará saber que no tienes por qué luchar la batalla sola. La Biblia dice que la batalla es de Dios.
Dios nunca pierde una batalla. Y cuando tú trabajas con Él de acuerdo a su plan, tampoco la perderás.
Durante los momentos difíciles, ¿te preocupas o adoras? La alabanza y la adoración no deberían limitarse a unos minutos en la iglesia. Si no adoras en casa regularmente, puede que te sientas como víctima en lugar de sentirte como vencedor.
Pero la Palabra de Dios detalla con claridad el plan de batalla ungido por el Espíritu Santo para combatir cada desafío que afrontes. Cuando comiences a sustituir la petición por alabanza y la preocupación por
adoración, Dios se moverá por ti.
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