"¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?"
Isaías 29:15


Este versículo es una advertencia de Dios contra aquellos que creen que pueden actuar en secreto sin que Él los vea. En el contexto de Isaías 29, Dios está confrontando a los líderes y al pueblo de Judá, quienes, en lugar de confiar en Dios, tomaban decisiones a escondidas y se apoyaban en su propia astucia. Pensaban que podían maquinar planes sin que Dios los descubriera, pero Dios les deja claro que nada está fuera de su conocimiento.

En la Biblia encontramos muchos ejemplos de personas que intentaron ocultar su pecado sin éxito. Adán y Eva se escondieron después de pecar (Génesis 3:8-10), pero Dios los halló. Jonás huyó de la presencia de Dios (Jonás 1:3), pero no pudo escapar. Ananías y Safira intentaron mentir al Espíritu Santo (Hechos 5:1-10), y su engaño fue descubierto con consecuencias trágicas.

Aplicación práctica:

Hoy en día, muchas personas siguen creyendo que pueden vivir una doble vida: una en la iglesia y otra en lo oculto. Pueden engañar a los hombres, pero nunca a Dios. Todo lo que hacemos en secreto será revelado tarde o temprano (Lucas 12:2-3). La mejor manera de vivir es con transparencia, en la luz de la verdad de Dios.

Para aplicar esta enseñanza a nuestra vida:

Reflexiona si hay algo que estás tratando de ocultar de Dios.

Arrepiéntete y preséntalo delante de Él en oración.

Vive con integridad, recordando que Dios todo lo ve y que Su voluntad es siempre mejor que nuestros propios planes.


Ejemplo personal:

Una vez, conocí a alguien que luchaba con una falta de honestidad en su trabajo. Pensaba que sus pequeñas acciones pasaban desapercibidas, pero con el tiempo, la verdad salió a la luz, y tuvo que enfrentar las consecuencias. Cuando finalmente decidió caminar en integridad, Dios le dio una nueva oportunidad.

Reflexión y conclusión:

Dios nos llama a vivir en la verdad, no en la oscuridad. Si intentamos esconder algo de Él, solo nos engañamos a nosotros mismos. Él nos ama y nos llama a confesar, arrepentirnos y vivir una vida en su luz.

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Hay algo en tu vida que has tratado de ocultar de Dios?


2. ¿Por qué crees que el ser humano tiende a esconder su pecado en lugar de confesarlo?


3. ¿Cómo puedes comenzar a caminar en mayor transparencia e integridad delante de Dios y los demás?