"Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu."
Job 10:12

Este versículo surge en medio del dolor y la desesperación de Job. A pesar de sus sufrimientos, él reconoce que Dios es la fuente de la vida y que Su misericordia lo ha sostenido. Aunque Job no comprende su situación, sabe que ha sido guardado por Dios.

Aquí vemos dos aspectos fundamentales del carácter de Dios:

Vida: Dios es el dador y sustentador de la vida. Nada existe sin Su voluntad.

Misericordia: Aunque pasamos por pruebas, Dios nos sostiene con Su amor y cuidado.

Protección espiritual: Dios no solo nos da vida física, sino que guarda nuestra alma en los momentos más difíciles.


2. Aplicación práctica

1. Reconocer la fidelidad de Dios en todo momento
Aun en la prueba, Dios sigue siendo bueno.


2. Apreciar cada día como un regalo 
Nuestra vida es una muestra de Su amor y debemos vivirla con propósito.


3. Confiar en Su cuidado 
Aunque no entendamos el porqué de algunas circunstancias, Dios sigue guardando nuestro espíritu.


3. Ejemplo personal

Imagina un tiempo difícil en tu vida donde sentiste que todo estaba en contra. Quizás una enfermedad, una pérdida o una crisis emocional. A pesar de ello, sigues aquí, porque Dios ha sido fiel. Él ha sostenido tu espíritu y te ha dado fuerzas cuando pensabas que no podías más.

4. Reflexión y conclusión

Dios nos concede vida y nos envuelve en Su misericordia cada día. No importa cuán grande sea la tormenta, Su cuidado nos mantiene firmes. Cuando las pruebas lleguen, recuerda que no estás solo: Dios ha estado contigo desde el principio y seguirá guardando tu espíritu.

Preguntas para meditar:

1. ¿Cómo puedes ver la misericordia de Dios en tu vida hoy?


2. ¿En qué áreas necesitas confiar más en el cuidado de Dios?


3. ¿De qué manera puedes agradecer a Dios por la vida que te ha dado?


Vive cada día con gratitud, sabiendo que Su misericordia y cuidado nunca te dejarán.